domingo, 3 de julio de 2011

Jacko

Hace una semana y media aproximadamente se cumplieron dos años del fallecimiento de Michael Jackson. Ya me figuraba que este señor no acabaría con una vida plena pero su repentina muerte pareció sorprender a todos, puesto que no se la merecía tal y como sucedió.


La suya era una figura de gran polémica. Se me viene a la mente su cambio de color de piel (una enfermedad de pigmentos que tuvo, creo), sus peripecias con su hijo desde la cornisa de una ventana, los supuestos escándalos pedófilos que todos recordamos y que nadie pudo demostrar totalmente, y demás excentricidades.

Pero, pese a esto, lo que no se puede negar es que M.J. era un artista de gran talento y dedicación a su trabajo a quien nadie le regaló nada (aunque todos se aprovechen de su legado ahora), y eso siempre es digno de admirar.

Por mi parte llevo escuchando a este hombre en el casete del coche familiar para cualquier viaje largo (junto con Carmina burana y los demás éxitos Disney) desde que tengo uso de razón. Mi tía en su era adolescente era una pionera en el fenómeno fan en lo que al Rey del Pop respecta lo cual acabó extrapolándose a mi hermano mayor. Y yo, aunque tenía todo esto a mi favor, debo reconocer que no aprecié del todo su música hasta que murió, cuando adquirió un valor añadido.

Y es por esto que, sea comercial o no, se merece una entrada, destacando de su repertorio:


y, finalmente, mi preferida: 

Sigo sin saber qué hora es...

1 comentario:

  1. Hora de dejar de trasnochar (y si no, de acompañarme trasnochando, ¡que parece que no coincidimos nunca, oye!)
    Me gusta. Simplemente es eso, me gusta. Y la gente sigue sin saber desligar la música y la vida "privada" (o pública, que para el caso va a dar igual)

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