Siempre es difícil, no he dicho que no lo fuera. Se requiere habilidad y, a menudo, ni siquiera esta es suficiente. La concentración parece indispensable, aunque los más expertos lo logran casi sin mirar, tan solo con visualizarla en la mente.
Se guían por el crujir de la cáscara en cada tirón y, según dicen, este sonido les indica, como en susurros, la fuerza con la que deben separar el fruto de la piel, sin pellizcarlo. ¡Ay de quien lo pellizque! Sería fatal, cercano al momento de auge de una tragedia griega: Medea asesina a sus hijos, Antígona se ahorca, Edipo se arranca los ojos, el jugo se derrama… Si esto sucediese, el artista debe mantenerse aún más alerta, la prueba se ha complicado. Ahora es más fácil que la sangre de la víctima corra a sus manos. Y el buen pelador nunca se mancha. Pero, ¿cómo conseguirlo? Aprendí que no hay que agarrarla, tan solo sostenerla, como si lo único que pretendieses fuese eludir la fuerza de la gravedad. Se dice que el cuchillo no tiene que cortar, sino lidiar entre dos elementos distintos unidos por una circunstancia incomprensible, igual que uno se abre camino entre una multitud o atraviesa un pasillo demasiado estrecho. En esto, tan solo, consiste: separar cáscara y fruto, no derramar el jugo y, ante todo, terminar la obra con las manos limpias.
No he conocido persona más ducha en esta disciplina que Andrés, mi abuelo. Él domina como nadie el arte de pelar una naranja.
P. M. B. P.
Cuando el amigo Pablo me envió varios textos a modo de respuesta a mi sugerencia de colaboración en este blog supe al primer momento, nada más verlo, que este texto encajaba maravillosamente en la dinámica del blog. Su forma de captar la esencia (la belleza me atrevería a decir) de un momento cotidiano de un día cualquiera rezumaba inspiración sana. Lo de no poner el título hasta el final también es un detalle curioso. Siento decirlo de esta manera pero es que me gusta mucho. Y del estilo no hace falta que comente nada: tienes ante ti a un señor Filológico hispánicamente, no esperaba menos.
ResponderEliminarAhí le dejo el Miniusted a modo de agradecimiento.
¡Espero volver a verle pronto por aquí!
PD: Supongo que cuando Pablo vuelva de las vacaciones responderá a lo que deba ser respondido.
Jajaja
ResponderEliminarDe acuerdo, responderé a lo que deba ser respondido.
Me siento excesivamente halagado. No, la verdad, es que no quería ponerle título, simplemente para que no fuese instantáneo que el lector supiese de qué se habla; asique me veo en la obligación de agradecer tu dominio de las "técnicas blogeras" para cumplir esta, única, exigencia.
Gracias por dejarme participar.
Por cierto, veo que el fondo de tu blog se encuentra en reconstrucción :P
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