La película está a la altura de la expectativas que ya venía acarreando, aunque predomine la acción. Al final me ha gustado que se haya dividido el último libro en dos partes abarcando más detalles, pero han seguido tomándose libertades más o menos justificadas a la hora de localizar momentos clave o incluso la forma en la que éstos se producen (falta grave). Pese a esto la historia te engulle desde el primer momento siguiendo una línea muy fluida; se pasa el tiempo rápido, pero quizás esto va en detrimento de los cambios de escena que son drásticos y mal pensados, lo cual se nota por ejemplo en las escenas de las muertes de algunos personajes (las cuales señalan fugazmente y pasan a otra cosa casi sin transición) y en la escena posterior a la confrontación final.
Es obligado señalar la gran actuación de Alan Rickman como Severus Snape, papel del cual domina cada gesto a la perfección. Sus escenas están cargadas de una gran intensidad y son de las más emotivas de la serie.
También me ha sorprendido gratamente cómo han conseguido una gran sensación de realismo en el epílogo de diecinueve años después. El maquillaje y los retoques de postproducción hicieron que ese momento fuera el broche perfecto para el cierre de la historia donde los supervivientes, ya adultos, gozan de la paz del nuevo orden por el que lucharon.
Yo, aunque supongo que ahora viene la etapa de estirar el chicle de los huevos de oro, me considero fan de Harry Potter y reconozco que echaré de menos estas historias cargadas de magia e imaginación. A la película le pongo un 8,1/10. Me muero de ganas de ver la siguiente.
Guión: Steve Kloves
Intérpretes:
Danniel Radcliffe
Emma Watson
Rupert Wrint
Ralph Fiennes
Título Original: Harry Potter and the deathly hallows part 2
País: EEUU
Año: 2011
Duración: 130 minutos